Por mi parte dejé de oirlo hace un par de años cuando su deriva derechista, propia del nuevo rico que es, lo hizo insufriblemente facha (como Tamames, como Losantos), lo que unido a su sevillanía de converso (con sus ferias, sus semanas santas, sus rocíos...), lo convirtieron en casi una caricatura de señorito andaluz, para mí, la más aborrecible de las tribus hispanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario