unosmonos

Me ha descubierto Paqui el cartel de toros que ha hecho Barceló para Barcelona, el día de la reaparición de José Tomás, y lo ha hecho recordando que le recuerda a otro que hice yo para los sanfermines, ¡que buena amiga! Ahí es nada, Barceló nada menos. Y sí, el caso es que se parece en un primer vistazo: es ordenado, aparece el toro en primer plano, la plaza ocupa todo el fondo, el negro y el albero tienen gran protagonismo, pero aquí se acaba todo parecido.

En mi cartel el rojo es dominante, como corresponde a los sanfermines y tira del miedo al toro, que acecha, como una sombra, a la gente que se arremolina y se convierte en la plaza, que queda así desdibujada en la vorágine.

El de Barceló presenta de negro al toro como mandan los cánones de la cartelería taurina, pero también la plaza, que suele decorarse con profusión, es aquí negra, quizás augurando el futuro que le espera a la fiesta en Cataluña, y deja sólo cuatro espacios de color: pinta un ojo de albero como centro de la plaza y del cartel, de azul deja dos triángulos celestes sobre la plaza y finalmente pinta con sangre toda la tipografía y la líneas que adornan el cartel. Es desgarrado, y sin embargo no es triste, porque el blanco y las letras de sangre que lo enmarcan lo impiden, consiguiendo de paso respetar la proporción áurea, y es que Barceló es un clásico.

De todas maneras gracias a Paqui por hacérmelo ver y por pensar que se parecen.